sábado, 6 de agosto de 2016

miércoles, 3 de agosto de 2016

Madre Mazzarello

Santa María Mazzarello, Maestra de Educación Preventiva.

¿Quién es Santa María Mazzarello?

María Dominga Mazzarello nació en Mornese (provincia de Alessandria, Italia) el 9 de mayo de 1837 en una familia de campesinos; era la primera de siete hermanos. El trabajo intenso y una vida cristiana intachable dominaban en aquel hogar. A la edad de 15 años ingresó a una asociación juvenil llamada “Hijas de María Inmaculada” que tenía como finalidad ejercer el apostolado y las obras de caridad.



Siendo una sencilla campesina, pobre e ignorante, llegó a ser la Fundadora de la que es hoy la segunda Comunidad religiosa femenina en el mundo (en cuanto a número de sus religiosas, más de 15.000 distribuidas en 75 países), la Comunidad de hermanas Salesianas. Fundó en su pueblo un "Oratorio" o escuela de catecismo para la niñez femenina. Ella y sus amigas les enseñaban costura y otras artes caseras, mientras iban consiguiendo que las jovencitas aprendieran muy bien la religión, observaran excelente comportamiento en casa, fueran a misa y recibieran los sacramentos.



Su encuentro con San Juan Bosco en 1864 cuando el santo fue por primera vez a Mornese fue decisivo. El santo que estaba pensando en organizar una obra para hacer el bien a las jóvenes como él lo hacía con los muchachos, dio vida con la colaboración de María Dominga, a la comunidad religiosa de Hijas de María Auxiliadora fundada el 5 de agosto de 1872 con María Mazzarello como primera superiora.

El 14 de mayo de 1881, cuando solo tenía 44 años, falleció en Nizza Monferrato (Provincia de Asti). Fue declarada santa el 24 de junio de 1951 por el papa Pío XII y fue reconocida como cofundadora del Instituto de Hijas de María Auxiliadora. Sus tres grandes amores fueron la Eucaristía, María Auxiliadora y la juventud pobre, a la que educó y salvó.

Líneas del estilo educativo de María Mazzarello.

Para María Mazzarello la educación no es una acción reservada a momentos privilegiados o a intervenciones esporádicas. Está dentro de la trama de la vida. Para ella, el “lugar” de la educación es la vida de cada momento, las acciones ordinarias con las que se teje la existencia. De aquí nace la solicitud llena de sabiduría y de amor para cada persona, en todo momento.

Su fin era ayudar a las muchachas a vivir con dignidad consciente la vocación de mujeres cristianas y de honradas ciudadanas del modo que les correspondía. Hacía falta pues, conjugar trabajo e instrucción, interioridad e integración social, fe y compromiso solidario.
Su actitud interior, que la muestra como educadora, se transparenta en expresiones que eran habituales en ella como esta: “Estoy dispuesta a hacer de todo por vuestro bien”
A continuación queremos enunciar las líneas fundamentales de su metodología educativa, que sin duda son válidas para nosotros hoy en nuestro contexto y nos ayudan a iluminar también desde la mirada femenina la forma de vivenciar el estilo educativo salesiano:
“El cuidado del otro”:
Exige una “mirada valorizadora”, dispuesta a acoger capacidades y límites,y por lo tanto capacidad de hacer sitio al otro, de acogerlo como alguien distinto de sí mismo, sin la dimensión de la posesión para buscar que la persona desarrolle en plenitud los recursos que posee de acuerdo con su dignidad fundamental de persona creada a imagen y semejanza de Dios.

La educación es una adhesión interior y libre a los valores, es crecimiento en humanidad, es ser cada día más uno mismo. En esa realidad entra la propuesta de del educador que se realiza sin inhibir los recursos de crecimiento que hay en cada persona.
María Mazzarello tiene una fuerte capacidad de entender a las personas, de tener   paciencia. Al mismo tiempo su amor pedagógico se reviste oportunamente de fortaleza y de exigencia razonable. Para obtener un bien mayor sabe decir un “no” afectuoso pero firme. En ella no se da ningún dualismo o subordinación del cuerpo al espíritu, de la inteligencia al corazón, del individuo a la comunidad. La encontramos solícita y delicada al atender a una niña con las manos hinchadas de sabañones; premurosa y solícita hacia una joven hermana que necesita una medicina durante la noche o hacia una muchachita que tiene derecho a un premio por haber cantado bien igual que tiene derecho a jugar, a descansar, a bailar, a estudiar o a rezar.

La alegría serena y contagiosa, es un elemento imprescindible y característico del estilo salesiano. Solo personas equilibradas y serenas podrán hacer accesibles y atrayentes los valores. La alegría tiene relaciones indefinibles, pero reales, con todas las dimensiones de la persona. Cultivarla y reforzarla es hasta un seguro para la salud física, vencer cualquier melancolía, trabajar con mayor provecho, vivir con sencillez, poseerse a sí mismo y tener la posibilidad de entablar relaciones más serenas con los demás.


María Mazzarello sitúa la felicidad en el cuadro de la apertura a los otros, es decir, en buscar la alegría de los demás, descubrir y realizar lo que los hace felices. El deseo de hacer felices a los demás acaba por hacer felices también a nosotros. En este ambiente las fiestas, los paseos, los momentos de recreación no son hechos aislados en la vida de la comunidad educativa, sino que contribuían a crear el clima y la atmósfera beneficiosa de la alegría, reforzaba los lazos de pertenencia y de solidaridad en el grupo y elevaban el nivel educativo de todos.





BIBLIOGRAFIA
http://colsantamariamazzarello.jimdo.com/inicio/filosofia-institucional/

Don Bosco

El Sistema Preventivo de San Juan Bosco.
La Institución Educativa Santa María Mazzarello Administrada por la Comunidad de las “Hijas de María Auxiliadora”, educa con los principios filosóficos y pedagógicos heredados del gran educador San Juan Bosco, los cuales constituyen la “Filosofía Salesiana”, que se identifica con el llamado: Sistema Preventivo de San Juan Bosco”, patrimonio educativo con características propias, reconocido mundialmente como un Sistema Pedagógico que ha dado frutos en el campo educativo para la formación integral de los niños y jóvenes.
 
¿Quién es San Juan Bosco?
San Juan Bosco, sacerdote reconocido e insigne educador nació en Castelnuovo d’Asti (Italia), el 16 de agosto de 1815. Es reconocido mundialmente, como atestigua Juan Pablo II, como: padre y maestro de la juventud”. Es un maestro de una eficaz y genial praxis pedagógica.
Don Bosco no es un teórico de la educación... no escribió tratados. No lo llevaba a esto su manera de ser, no se lo permitían sus múltiples compromisos, no era su interés principal. Entre ayudar sencillamente a los jóvenes entreteniéndose con ellos y escribir una página sobre cómo hacerlo, prefería lo primero, por esto dijo “¿Mi sistema? Venid a ver como procedo”.
El sistema de Don Bosco es para ser visto y experimentado, más que para ser contemplado perfectamente entramado en una red de ideas y conceptos.
 
Fundador de la Sociedad de San Francisco de Sales (salesianos en 1859), el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en (1872) y la Asociación de Cooperadores Salesianos (1876). Estos grupos y otros muchos fundados posteriormente pero que comparten la misma espiritualidad, constituyen una familia de religiosos y laicos que tiene en común la misión de educación y evangelización de la juventud con un estilo propio, y que se conoce como“Familia Salesiana”.
Al referirnos a San Juan Bosco, frecuentemente lo llamaremos “Don Bosco”,como es conocido entre la Familia Salesiana. 

 La Preventividad: Concepto desde el enfoque salesiano.
Siendo joven sacerdote, Don Bosco sale a la ciudad para acercarse a los jóvenes y conocer las condiciones concretas en que vivían. Se hace el encontradizo y gana su confianza. El reto que enfrenta era enorme pues Turín estaba invadido por emigrantes del campo que venían a la ciudad a buscar mejores condiciones de vida y eran golpeados por la desocupación y por términos injustos de contratación. Abandono, delincuencia, pérdida de la fe, hambre... eran algunas de las situaciones que vivían los muchachos día a día.
 
De este contacto nació su proyecto educativo. Un proyecto que quiere responder a los jóvenes en su situación concreta que, para Don Bosco, puede resumirse en: necesidad de escuela y trabajo, para desarrollar sus potencialidades.
  Necesidad de ser jóvenes, es decir , de gozar de un clima de familia en el que puedan sentirse acogidos, importantes, protegidos, amados; gozar de un tiempo y una oportunidad de juego, de diversión. Necesidad de encontrarse con Dios, para descubrir su propia dignidad de hijos de Dios y el sentido mismo de su vida.
El concepto base del sistema educativo de Don Bosco radica en el“preventivo, entendido como  arte de educar en positivo ” proponiendo el bien en vivencias adecuadas y envolventes, capaces de atraer por su nobleza y hermosura; el “Arte de hacer que los jóvenes crezcan desde dentro”, apoyándose en su libertad interior venciendo condicionamientos y formalismos exteriores; el “Arte de ganar el corazón de los jóvenes” de modo que caminen con alegría y satisfacción hacia el bien, corrigiendo desviaciones y preparando el mañana por medio de una sólida formación de su carácter...
 
Prevenir es colocarse en el curso aparentemente demasiado común de la cotidianidad, sembrando con esperanza gérmenes de vida en los surcos abiertos de quien está creciendo y se encuentra en la decisiva edad de la infancia, de la niñez y de la adolescencia.
Como primera y fundamental instancia de la actualización del sistema preventivo está precisamente la de reforzar una cultura de la prevención que favorezca la construcción de una conciencia preventiva en los educadores y los oriente a ofrecer a los jóvenes puntos de referencia válidos, en los cuales puedan anclar la propia existencia, tan indispensable en el clima de materialismo y hedonismo imperante.
Educar con estilo preventivo no es, por tanto, solo impedir el mal. No es solo informar, prevenir, advertir... Es una realidad mucho más compleja y vital. Don Bosco, enseñaba qué es “el gran arte de formar un hombre” Se trata de un crecimiento moral orientado a guiar la persona hacia la libertad interior, esto es, hacia la capacidad de conducir con perseverancia la propia vida como ciudadano y como cristiano.
Individuando algunas prioridades en el ámbito de la pedagogía preventiva exigida por la cultura actual, se podría enfocar la atención hacia tres pistas: la ética, consiste en la orientación de los valores; la familiar y el énfasis en lo “positivo” a diferentes niveles. Es necesario poner a los jóvenes, lo más pronto posible, en contacto con los valores, so pena de desorientación y de relativismo ético. El Educador salesiano comprende que el camino de la educación en la fe tiene un punto de paso obligado en la formación de la conciencia. Hacerse capaz de ejercer moralmente la propia autonomía y responsabilidad.
  Prevenir, hoy, significa también partir o volver a partir de la familia, superando la mentalidad de la delegación esto es, del no sentirse protagonistas en primera persona de la educación de los hijos y buscar siempre alguno que nos represente... esta abdicación de la responsabilidad trae consecuencias muy graves, cuyos efectos tal vez no se pueden prever del todo.
  Otra instancia preventiva del método de Don Bosco que pide el tiempo presente, es la de obstinarse por incidir sobre el público, especialmente juvenil a través de la transmisión del bien y de las experiencias positivas... El educador salesiano debe ser un artista en la publicidad del bien, procurando orientar los reflectores sobre las experiencias positivas, sobre la belleza, la verdad, la bondad, la honestidad, sobre todo aquello que es rico en valencias pedagógicas.
 
Esto supone que el educador esté convencido de que en todo joven por marginado o perdido que se encuentre, hay energías del bien que si se cultivan de modo pertinente, pueden llevarlo a optar por la fe y la honradez.
 

 Fundamentos del sistema preventivo: razón, religión y amabilidad.
Estos tres pilares son la síntesis del espíritu educativo de Don Bosco, son coordenadas del espacio educativo, con las que hay que contar siempre que se quiera educar al estilo salesiano.
la Institución Educativa Santa María Mazzarello, fundamenta su acción educativa en la pedagogía del Sistema Preventivo de Don Bosco y lo aplica teniendo en cuenta las nuevas tendencias y necesidades de la sociedad actual. 
El Sistema Preventivo de Don Bosco como método educativo, respeta la persona del educando, cree en él, en sus posibilidades, proporciona un ambiente rico en valores humanos. Se apoya en sus aptitudes y recursos interiores, en la libertad, en el amor, en la capacidad de pensar y ver racionalmente las cosas. Lo prepara para el trabajo y por tanto, para una digna y eficiente inserción en la sociedad.
El Sistema educativo de Don Bosco, se sitúa en el proceso de la maduración humana, consciente de las deficiencias, pero optimista en cuanto a la maduración progresiva y convencido de que la palabra del evangelio debe sembrarse en la realidad de la vida cotidiana, a fin de lograr que el educando se comprometa con generosidad en la vida: la educación del ciudadano íntegro tiene sus raíces en la formación del buen cristiano.
Como pedagogía el Sistema Preventivo es acompañamiento y orientación de los procesos de desarrollo integral del estudiante. Es una forma de convivencia, de comunicación, de propuesta de valores.

La razón. Pedagogía de la persuasión.
El término “razón”,   destaca según la visión auténtica del humanismo cristiano, el valor de la persona, de la conciencia, de la naturaleza humana, de la cultura, del mundo del trabajo y del vivir social, es decir, el amplio cuadro de valores, que es como el equipo que necesita el ser humano en su vida familiar, civil y política.
 
La razón lleva al uso de la inteligencia, a la formación del sentido crítico, a la capacidad de diálogo y autocrítica, a dominar en sí y en los demás los impulsos de los sentimientos para encausarlos hacia la integración de la personalidad y hacia la solidaridad en el bien. Al joven se le habla, se le deja hablar, se le escucha y se le permite expresarse. Así, aunque la palabra “razón” se enriquezca con nuevos significados, conservará el sentido de “diálogo”, “confrontación”, lo que significa el rechazo a la imposición unilateral de puntos de vista; apertura al reconocimiento de los argumentos del otro, y al cambio, cuando las razones son válidas, en clima de amistad y respeto mutuo.
 
El proyecto educativo de Don Bosco a través de diversos lenguajes comunicativos presenta valores ricos en atracción para los jóvenes, hasta hacérselos desear y estimularlos a que realicen como el gran sueño de la vida, lo que va más allá del placer momentáneo.
Este proyecto educa a la profundidad hecha de razones y convicciones que permiten hacer síntesis personales, forjarse una escala de valores suficiente para tomar posición ante las múltiples propuestas de la sociedad y tomar opciones fundamentales de vida. Aprecia y utiliza las ciencias del hombre en busca de la competencia y la profesionalidad; favorece estructuras educativas de participación sencilla y flexible creando espacios de corresponsabilidad y creatividad.
 
El educador salesiano se sirve de la persuasión para prevenir, motivar y crear convicciones, ayuda al joven y a la joven a ser ellos mismos, a descubrir sus riquezas interiores: la capacidad de amar y ser amados, la capacidad de leer e interpretar la realidad y de darle sentido, de ser protagonistas, artífices de su historia y sujetos conscientes del proyecto salvador del amor mismo de Dios.
 
La religión.
El término indica que la pedagogía de Don Bosco es, por naturaleza trascendente, en cuanto que el objetivo último de su educación es formar al creyente. La meta que el camino educativo propone al joven es la de construir la propia personalidad teniendo a Cristo como referencia en el plano de la mentalidad y de la vida... Y para que esta referencia sea fecunda, la persona se construye en unidad existencial; asume las propias responsabilidades y busca el significado último de la propia vida.
La acción educativa se identifica con la acción salvadora de la iglesia y busca ubicar al (la) joven en la sociedad según el Plan de Dios sobre su vida.
 
El empeño por la salvación de   las (los) jóvenes propone como meta el crecimiento en Cristo hasta alcanzar la santidad. Por eso ofrece unaespiritualidad juvenil cuyos rasgos más   característicos son:
 
- La vida cotidiana, como lugar de encuentro con Dios. Es la convicción de que en lo cotidiano de la vida – asumido, profundizado y vivido a la luz de Dios se construye la santidad pues, según Don Bosco, para hacerse santo “basta hacer bien lo que hay que hacer”.
Esto supone un acompañamiento para que los jóvenes profundicen en el sentido de su vida y entren en una dinámica de superación personal. Es importante, para ello, ofrecerles experiencias significativas de trabajo, de oración, de encuentro que les permita interiorizar y motivarse a una mayor apertura a Dios y a los demás.
-El compromiso en lo cotidiano y ordinario, la vida como misión y responsabilidad, el trabajo, el sentido del deber y la preparación profesional. En la vida diaria, en la interacción con los otros, es donde los jóvenes aprenden la entrega a los demás, testimonian la fe en Cristo y viven el gozo de la salvación
 
Una experiencia de iglesia: comunión y servicio. En la relación con Cristo, la referencia a la iglesia como mediación y lugar en que Cristo se ofrece, es fundamental. El joven tiene la experiencia de ella en su hogar, en la parroquia, en la comunidad educativa, y en el grupo. Para Don Bosco eran inseparables al amor a Cristo y el compromiso con la iglesia.

-A través de la experiencia litúrgico sacramental (Sacramento de la Reconciliación, Eucaristía, sentido de fiesta), celebraciones y demás experiencias formativas que se realizan en la Institución, las (los) jóvenes viven la alegría de su relación con Dios y descubren el sentido de su vida, encontrando respuesta a sus inquietudes vitales.
La Santísima Virgen María es inspiradora y Maestra del Sistema Educativo Preventivo. Su presencia y auxilio desempeña un papel fundamental en la educación del (la) estudiante salesiano (a) por tanto las celebraciones marianas son momentos imprescindibles de expresión de dicha identidad.  

La amabilidad.

La educación es “cuestión del corazón”, decía Don Bosco., Sabemos que no basta amar a los jóvenes, sino que es preciso que los jóvenes se sientan amados.
 
Esta pedagogía exige una presencia amiga y continua de educador. Las directivas y los educadores deben encontrarse siempre en   medio de las (los ) estudiantes para una relación de familiaridad, de dialogo y de respeto que ayude a la maduración de la persona.
En el Sistema Preventivo son necesarias la amabilidad, la bondad y la pedagogía del afecto, pero se pierde el tiempo si falta la capacidad de llevar la juventud a Cristo y a los valores del Evangelio.
El telón de fondo de este método se construye sobre la trama de relaciones que se tejen al interior de la comunidad educativa: en la relación de las y los jóvenes con los educadores, y de los educadores entre sí y con el ambiente social y eclesial. La amabilidad es un amor intensamente pedagógico, en cuanto lleva al consenso sobre los valores que se proponen y por tanto, va mas allá de lo personal, porque el adulto ”No gana” para si el corazón del educando sino que lo gana para el bien, para la libertad y en ultimo termino para Dios. Es un arte que se adquiere a través de un largo ejercicio y de mucha paciencia: es amar sin poseer, es servir sin dominar.

El sistema preventivo no es en modo alguno un conjunto de recetas pedagógicas infalibles en todos los ambientes y con cualquier persona. Una visión fragmentaria o la enfatización de alguno de sus componentes debilita la dinámica interna del mismo, dada por la unidad armónica de los varios elementos.
 
El sistema preventivo conjuga racionalidad y afectividad..., interioridad y relacionalidad..., contenidos y valores con experiencias y necesidades..., realidad con utopía. Cada vez es más necesario utilizar un acercamiento holístico o sistémico porque es más respetuoso de la complejidad del hecho educativo y más adecuado a la capacidad siempre limitada del conocimiento humano.







BIBLIOGRAFIA
http://colsantamariamazzarello.jimdo.com/inicio/filosofia-institucional/

Filosofia salesiana: Origen

Los fundadores de la filosofía salesiana fueron Don Bosco y Madre Mazzarello, quienes con amor, sacrificio y fe en Dios se dedicaron a educar y corregir a los jóvenes más pobres de su época, para que tuvieran un futuro mejor y la sociedad se enriqueciera de Dios.

Su misión se expandió a gran parte del mundo a través de los años, lo que permitió que se fundaran distintas instituciones que implementaran dicha filosofía a los jóvenes, para que al crecer cultivaran los valores aprendidos en estas sedes, y dieran ejemplo a la sociedad, ya que en ellos se encuentra la posibilidad del cambio.

Don Bosco y Madre Mazzarello nos transmitieron un modo de vivir y de trabajar único; una combinación de vida y acción que nosotros conocemos como el espíritu salesiano. Sus características principales son:


Una atención especial al bienestar de la gente joven, allí donde estemos.

Actitud de acogida y de afecto - vivida con espíritu abierto y cordial; disponibilidad a dar siempre el primer paso y hacer que los otros se sientan cómodos con nuestra amistad, respeto y paciencia.

Alegría y Optimismo. No hay lugar para el desánimo ante las dificultades, sino más bien la aceptación serena y tranquila de todo lo que es bueno.


Trabajo y Templanza : aprender a equilibrar una energía incansable y un trabajo duro con sencillez y moderación. Quiere decir también cómo frenar los impulsos del corazón a fin de mantenerse siempre ecuánime y sereno.

Aceptación de la rutina diaria con alegría: “Aquí hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres”.

Creatividad y flexibilidad - características de la presencia salesiana en el trabajo con los jóvenes.

Una perspectiva realista de la vida acompañada de una exquisita atención a las insinuaciones del Espíritu manifestadas a través de los signos de los tiempos.

Nuestro método educativo - “El Sistema Preventivo”- es un sistema basado enteramente en la razón, la religión y el amor, una experiencia espiritual y educativa original con los jóvenes y a través de ellos, para su salvación y la nuestra.

Profunda confianza en Dios y una escucha constante de su voluntad como fundamento espiritual de nuestro trabajo. De este modo luchamos para mantener viva nuestra contribución a la obra creativa de Dios y a su presencia amorosa en la Historia.














BIBLIGRAFIA
http://iesmariauxiliadora.blogspot.com.co/p/filosofia-salesiana.html